viernes, 13 de diciembre de 2013

Oda a la lavanda

El nombre de Lavanda proviene del latín "lavare" y fue introducida en Europa por los romanos que la utilizaban como relajante en sus baños, entre otras muchas aplicaciones. Ya en la antigüedad, donde la sabiduría popular conocía las propiedades del mundo vegetal que les rodeaba, tenían constancia de que la lavanda limpia fisica y energéticamente.  Es una planta purificadora allá donde las haya.

Sus propiedades, al igual que sus usos, son infinitas. Es antiséptica, sedante suave, antidepresiva, balsámica, antimicrobiana, bactericida, antiinflamatoria, antirreumática...a. Puede tomarse en infusión para dolores de cabeza, problemas de garganta o como digestivo, aplicarse en baños y compresas para aliviar dolores articulares, musculares, reumáticos, articulares..., utilizar su aceite esencial interna o externamente (siempre diluido), utilizar su aroma como relajante, como repelente de insectos, utilizado en la bañera como activador de la circulación, en forma de apósito sobre heridas y quemaduras para calmar, desinfectar y cicatrizar...y así podríamos seguir y seguir.

Es amiga de todas las pieles, así que es una planta que no debe faltar en nuestra despensa. Y como necesitábamos urgentemente un kit limpiador-hidratante (llevaba 2 semanas sin crema que echarme a la cara, sisi, en casa de herrero cuchillo de palo) hemos elegido esta maravillosisima planta que campa a sus anchas por nuestro jardín para realizarlo:


Para la limpieza del rostro hemos hecho un agua micelar. Es un producto que habíamos escuchado mucho y nos tenía muy intrigadas, porque no entendíamos en qué que consistía, así que nos pusimos a investigar. 

Resulta que las micelas, sustancias sólidas en suspensión de un líquido constituyendo una solución coloidal, tienen la capacidad de atrapar las partículas grasas como un imán. El jabón está compuesto por micelas, y son las encargadas de hacer que la suciedad de las grasas quede atrapada en su interior, para que después el agua las barra. 

Así que se acabó el misterio, agua con un tensioactivo o con jabón disuelto en ella en pequeñas dosis se convierte en agua micelar. Y así lo hemos hecho, este agua micelar está compuesta de un 88% de agua de azahar e infusión de lavanda, un 6% de glicerina, un 4% de jabón rallado y 2% de aceite de jojoba, además de llevar aceites esenciales de lavanda e ylang ylang. El aceite de jojoba es uno de los mejores aceites para limpiar el rostro, ya que además de ser adecuado para todas las pieles disuelve la suciedad de los poros, incluyendo cutis graso. Además la lavanda y el ylang ylang desinfectan y tonifican el rostro dejando un aroma floral muy agradable. Sirve para desmaquillar y para limpiar el rostro de suciedad, después utilizar una crema hidratante.

También hemos hecho una crema hidratante para pieles jóvenes con infusión de lavandaaceite de pepita de uva, jojoba y macerado de caléndula y manzanilla en almendras. Y como no, aceite esencial de lavanda. Esta vez hemos utilizado un emulsionante diferente, acostumbradas a la cera protelan la hemos cambiado por cera lanette, y la verdad es que la textura que ha resultado es muy agradable, penetrante y nada grasosa.

Y como no, nuestro jabon de lavanda, ya un clásico que no falta en el baño.

Así que el que no tenga lavanda, que se haga con ella, porque con plantas como esta se tiene la farmacia en casa :)


Fuentes:



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